Breaking Bad
Más que una ficción, una experiencia televisiva
Breaking Bad es una serie protagonizada por Bryan Cranston y Aaron Paul, en la que un negocio ilegal pero próspero aparece como solución a sus problemas.
Una de las transformaciones más radicales que ha visto la pantalla chica en la última década es la de Walter White (Bryan Cranston) en la aclamada Breaking Bad, un personaje que inicia sin un toque de maldad, pero que termina cometiendo crímenes imperdonables.
Y no es que todos los cometa de manera intencional, algunos son consecuencia directa de sus actos y se muestran como la única opción de sobrevivir.
La interacción con personajes ligados a un mundo desconocido corrompen lentamente lo que Walter reflejó al inicio de la trama, lo que sumado a una serie de eventos desafortunados se convierte en el trampolín perfecto para la aparición de un nuevo y oscuro protagonista: Heinsenberg.
Argumento central
Creada en 2008 por Vince Gilligan y emitida a través de la cadena AMC, Breaking Bad muestra un profesor de química estancado en su profesión y con algunos problemas económicos. Esto lo lleva, incluso, a tener que lavar autos para lograr abastecer a su familia.
Por el contrario, su cuñado y agente de la DEA (control de drogas) se encuentra en el mejor momento de su carrera, por lo que decide invitarlo a un operativo y así darle “más pimienta” a su vida.
Demasiada pimienta, tal vez, ya que al reconocer a un ex alumno en un laboratorio de metanfetaminas y observar la cantidad de dinero que se podía generar, no piensa en nada mejor que levantar su propio negocio.
El camino hacia la transformación
Un cáncer de pulmón y la responsabilidad de mantenerse en la posición de jefe de hogar de una familia en crecimiento son los detonantes para que Walter decida cambiar una vida tranquila por los riesgos constantes del comercio ilegal. Todo con el propósito de dejar dinero suficiente para el bienestar de los suyos antes de morir.
Jesse Pinkman (Aaron Paul), su nuevo socio, es más bien torpe y ligado a los excesos, pero demuestra el compromiso suficiente para encaminar el negocio hacia un futuro próspero.
Sin embargo, los homicidios en los que se ve involucrado y la rudeza que exige enfrentar el nuevo entorno intercambian con rapidez la sensibilidad con la crudeza, resultando un personaje frío aunque perfectamente calculador.
Con el correr de los episodios, la serie va tomando un rumbo hipnotizante y lleno de giros inesperados, donde Heisenberg demuestra por qué es catalogado como una verdadera mente brillante.
Víctimas de Heisenberg
La primera en percatarse que algo anda mal es Skyler (Anna Gunn), la esposa de Walter, que está en una constante disyuntiva sobre si volverse aliada o enemiga.
Cuando Walter lanza la icónica frase “no estoy en peligro, yo soy el peligro”, Skyler termina por darse cuenta del perverso en que se convierte su marido, destando una crisis que la acompaña hasta prácticamente el final.
Es curiosa la empatía que logra transmitir la serie con su protagonista, ya que a pesar de que es Walter el gran responsable del quiebre familiar, muchos fanáticos cargan en Skyler el fracaso del millonario plan, aunque en realidad haya sido la más dañada.
Hank Schrader (Dean Norris), su cuñado, fue el principal persecutor de quien se convirtió en un líder en la fabricación de metanfetamina, asedio que no tuvo más que consecuencias negativas en su vida.
Saul Goodman (Bob Odenkirk), en tanto, un particular abogado experto en vacíos legales, parece ser el único beneficiado del imperio construido por Heisenberg, aunque también le haya causado innumerables desgracias a lo largo de la historia.
Un éxito arrollador
Con un total de cinco temporadas, no fue hasta la segunda mitad de la última entrega que esta serie alcanzó su peak de audiencias en Estados Unidos, pasando de 4,3 millones de televidentes a 10,2 millones.
Ha sido considerada en muchas ocasiones como la ficción mejor construida de la historia, logrando 16 premios Emmy, dos Globo de Oro y cinco Satellite Awards.
Por ejemplo, George R. R. Martin –responsable de las novelas que inspiraron Game of Thrones– aseguró que Walter White, interpretado de forma brillante por Bryan Cranston (Malcom in the Middle), terminó siendo un monstruo más grande que cualquiera en Poniente.
El Camino: una película de Breaking Bad
Si bien el éxito de esta serie no fue arrollador desde un comienzo, bastaron pocos años para que todo el mundo conociera su excelente trama, escalando rápidamente entre los mejores rankings.
Incluso con el estreno de Better Call Saul (2015) –enfocada en la carrera laboral de Saul Goodman– la audiencia no se cansó de pedir el retorno de los protagonistas, lo que finalmente ocurrió en octubre de 2019 con El Camino. Esta película, creada también por Vince Gilligan, narra lo acontecido con Jesse Pinkman luego de permanecer años cautivo.
¿Dónde ver Breaking Bad online?
Las cinco temporadas de Breaking Bad están disponibles en Netflix.