GLOW
Una brillante comedia de lucha libre femenina original de Netflix

GLOW brilla desde el primer segundo en la pantalla. Su intro ochentera al ritmo de The Warrior de Patty Smyth, cargada de animaciones de neón con mujeres luchando y que presenta a las protagonistas, Alison Brie (BoJack Horseman, Community) y Betty Gilpin, es sólo una pequeña muestra de esta brillante comedia original de Netflix.

Luego de un par de escenas que sirven para ambientarnos en una perfectamente lograda década de los 80, y para conocer a las dos amigas que protagonizan esta historia, la cámara nos lleva hasta un gimnasio algo roñoso, con un cuadrilátero en medio. Ahí se reúne un numeroso grupo de mujeres para participar en un casting poco convencional a cargo de Sam Sylvia (Marc Maron), un director de cine alternativo sin mucha gloria, de bigote frondoso, gruñón y adicto a la cocaína.

Él les cuenta que todo se trata de un show de televisión de lucha libre de mujeres llamado GLOW, Hermosas Damas de la Lucha Libre (en inglés: Gorgeous Ladies of Wrestling). Con sólo oír la noticia, la mayoría de las candidatas dejan el lugar, quedando no más de 20, las que participan en toda clase de pruebas por conseguir un cupo en el show.

Este heterogéneo grupo de mujeres son el corazón y espíritu de toda la historia, incluso más allá de los personajes encarnados por Brie y Gilpin. Son ellas las que le aportan un dinamismo especial a la narración, la que fluye fácilmente entre las historias de las luchadoras, cada una con su propia complejidad. Algo muy similar a lo que ocurre con Orange is the New Black, serie creada por la multifacética Jenji Kohan, que acá se desempeña como productora ejecutiva con un trabajo que deja resultados plausibles en la pantalla.

Las Hermosas Damas de la Lucha Libre

Aunque está catalogada como comedia, en realidad es una serie cargada de drama. Sobre todo el hilo principal de la historia, el que protagonizan Alison Brie y Betty Gilpin. Acá ambas se lucen interpretando a dos amigas que se han sido infieles mutuamente y en distintos niveles de gravedad.

Ruth (Brie) es una joven actriz que lleva años yendo a castings sin conseguir un solo rol. Incluso audiciona para GLOW y es rechazada por Sam Sylvia. Debbie (Gilpin), en cambio, es una actriz algo más exitosa, que decide renunciar a su trabajo en una telenovela para dedicarse a cuidar a su hijo a tiempo completo.

Todo va bien entre ellas, hasta que una noche Mark (Rick Sommer), el esposo de Debbie, llega a escondidas a la casa de Ruth. Sin pensarlo demasiado, se acuestan y tienen sexo, pasando por alto cualquier daño que pudieran provocar. Esta es la bomba de tiempo que explota sólo un par de escenas después.

Sin importarle haber sido eliminada en el casting por Sam, Ruth regresa al gimnasio, pero esta vez con una improvisación que le permitiría quedarse como parte del elenco. Llega disfrazada, se sube al ring y luego de un par de gritos al estilo Hulk Hogan y una performance dudosa, es interrumpida por Debbie que, bebé en brazos, llega luego de haberse enterado de todo.

A continuación ocurre la primera escena de lucha libre que vemos en la serie, salvo que esta es una pelea de amigas en serio, con dolor, con rabia. Así, acompañades por los enérgicos primeros compases de Separate Ways de Journey, nos trasladamos al cuadrilátero de cuerdas y esquinas rosadas donde Ruth y Debbie, vestidas con bodies de lentejuelas y telas brillantes, se enfrentan con piruetas que nada tienen que envidiarle a una pelea de la WWE. Ellas son las protagonistas de las Hermosas Damas de la Lucha Libre.

Feminismo aplaudido por la crítica

Si hay algo que tienen en común las protagonistas de esta serie, es que tienen que luchar en todos los aspectos de su vida. Más todavía en una industria nublada por el machismo.

Son muchísimas las escenas en que se retratan situaciones de acoso, en distintos niveles, unos más graves que otros. Especialmente en la segunda temporada, en que Brie protagoniza una escena de acoso por un gran ejecutivo, muy fácil de relacionar con el tipo de abusos realizados por Harvey Weinstein.

Por otro lado, la reivindicación también opera en lo laboral. Debbie, más que nadie en toda la serie, lucha constantemente por ganarse un espacio y ser respetada en un círculo donde si no tienes un pene partes 70 peldaños más abajo que el resto. Por su excelente actuación Betty Gilpin fue nominada a los Emmy como Mejor Actriz de Reparto en una Serie de Comedia en 2018 y 2019.

Alison Brie, a su vez, fue nominada a los Globos de Oro como Mejor Actriz de una Serie de Comedia en 2018 y 2019.

Cuarta y última temporada

A pesar de la buena recepción de la crítica, GLOW peca de no ser tan popular como otras series originales de la plataforma. Fue probablemente por esto que Netflix decidió cancelar la serie y que la cuarta temporada fuera la última. Así lo confirmó el 20 de septiembre de 2019.

Esta última entrega –aún sin fecha de estreno confirmada– tendrá la misión de concluir la historia de Ruth, Debbie, Sam y compañía en su exitosa aventura en Las Vegas, que en la tercera temporada terminó con altos niveles de drama.

¿Dónde ver GLOW online?

Todas las temporadas de GLOW están disponibles en Netflix.